Marcelo Abdala señaló en Argentina la unidad de acción de los movimientos sindicales de la región como “un aspecto clave para las luchas que vienen”

Viernes, 22 Marzo 2024 21:19
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El presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, planteó en un seminario internacional la necesidad de la acción conjunta de los movimientos sindicales para establecer una agenda común de promoción del trabajo de calidad, de elevación del salario mínimo, la defensa de la seguridad social como un derecho humano fundamental y acciones en procura de la reducción de la jornada laboral.

Este viernes 22 de marzo, Abdala participó del Seminario Internacional: “Estrategias de la clase trabajadora para la justicia social y la soberanía de los pueblos”. Además de Abdala, también hicieron uso de la palabra: Hugo Godoy, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma, y Adolfo Aguirre, secretario de Relaciones Internacionales de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), entre otros.

Durante su alocución, Abdala destacó que el evento se realizó en un contexto de unidad del movimiento obrero argentino, ya que contó con la participación de la CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma y la CGT, lo cual es un hecho “sumamente significativo y auspicioso para el movimiento obrero uruguayo, que tiene esta característica, porque el PIT-CNT es la unidad sin exclusiones de todo el movimiento obrero, donde existen las más diversas ramas de la actividad laboral y económica, así como también las distintas formas de concebir un movimiento sindical, las distintas corrientes e ideologías”.

Contribuciones del movimiento obrero

“Estamos tratando temas de una gran complejidad. No es esta instancia para realizar agitación", señaló respecto del seminario que se estaba realizando. "Es necesario hacer el esfuerzo por movilizar el pensamiento y la capacidad crítica, de modo que de este debate puedan surgir algunas pistas”, expresó el dirigente sindical uruguayo.

Abdala planteó que es necesario establecer algunos problemas y pensar “¿cómo el movimiento obrero a nivel internacional, continental y de cada país podría contribuir a una mejor situación?”. En tal sentido, agregó que, dado que se trata de fenómenos de gran complejidad, hay que abordarlos desde la capacidad crítica, la escucha, el diálogo y la modestia.

Acierto estratégico

“Sin luces largas, no hay acierto estratégico ni táctico. Desde el punto de vista del movimiento obrero, venimos desde la propia génesis de la sociedad capitalista. La contracara de los procesos que desarrollaron la Revolución Industrial, primero en Europa, fue la lucha independiente del movimiento obrero y la asociación internacional de los trabajadores. En estos días estamos conmemorando el aniversario de la Comuna de París (marzo-mayo de 1871), el primer intento, por parte de la clase obrera, de tomar el cielo con las manos”, expresó.

“En tanto y en cuanto partamos de la base de que el capitalismo es una sociedad que se sustenta sobre la explotación del trabajo, donde las trabajadoras y trabajadores no reciben una remuneración justa por su labor, y donde se genera un plusvalor del cual surge toda la acumulación del capital, tenemos un primer asunto. Por eso me refiero a las luces largas”, agregó.

Abdala se refirió a que asistimos a una formación social capitalista que es mucho más financiera que productiva, más mundializada y transnacionalizada que la suma de las economías nacionales. "Esta sociedad tiene una profunda propensión a revolucionar de manera radical los medios de producción y además vive generando grietas geopolíticas".

"Durante el seminario se habló de solidaridad con el pueblo palestino frente al genocidio, con lo cual tenemos una unanimidad, pero el capitalismo y el imperialismo tienden a la guerra con la misma necesidad que una planta tiende al sol. Los actuales problemas geopolíticos traen la guerra como un fenómeno cotidiano. También nosotros tenemos un problema sobre el cual tenemos que tener el suficiente grado de actitud crítica para plantearnos cuál es la sociedad que el movimiento obrero levanta, que no esté basada en la explotación, ni en el trabajo no retribuido a los trabajadores ni en la acumulación de capital, desde el punto de vista de generar un orden diferente”, expresó.

El dirigente sindical subrayó entonces que “la cuestión de la larga duración histórica y hacia dónde nos dirigimos debe estar presente”.

Relaciones de producción

Por otro lado, Abdala se refirió a un problema que es “sistémico” y deriva del carácter de las relaciones de producción en las que habitamos. “Es cierto que la economía y la sociedad global están cada vez más transnacionalizadas y mundializadas, pero al mismo tiempo, las formas de desarrollo democrático en las que actuamos, incluido el movimiento sindical, están encerradas en el Estado-Nación. Entonces, tenemos un enorme problema”, dijo.

El presidente de la central única de trabajadores del Uruguay manifestó que dos tercios del comercio mundial pertenecen a firmas transnacionales. “Prácticamente todas las políticas que determinan si nos quedamos sin trabajo o no se definen en escritorios o gabinetes de grandes compañías transnacionales, que a veces ni siquiera sabemos dónde están ubicadas, pero que comunican el cierre de la empresa y dejan a los trabajadores sin empleo”.

“Por más que en estos ámbitos conversemos y aprendamos mucho, si luego nos retiramos a nuestros países a hacer la política estrictamente a escala nacional sin poder diseñar propuestas, una arquitectura del nuevo orden económico internacional, formas de confrontar con la transnacionalización de capital ubicando la transnacionalización de la acción del movimiento obrero, entonces estaremos en problemas. Debemos trabajar este aspecto”, propuso.

 

Sindicalizar y organizar

Asimismo, Abdala dijo que para que las ideas y los proyectos prosperen no basta con la rigurosidad técnica. “Podemos tener la razón, pero solo nos haremos valer si generamos una relación de fuerzas que nos permita hacer pesar nuestras propuestas". Es posible tener "la mejor propuesta de negociación colectiva y la mejor plataforma reivindicativa" afirmó, pero con el mismo grado de importancia es imprescindible "sindicalizar y organizar a la inmensa mayoría de los sectores que viven del trabajo”.

Agregó que es entonces de enorme importancia lograr el fortalecimiento de la organización, la unidad, la conciencia de clase y lucha del movimiento a escala país, regional y global.

“Es crucial encender las luces largas e imaginar los proyectos que superen a la sociedad capitalista. El fenómeno de la extrema derecha, el actual ataque y contraofensiva del gran capital contra el trabajo, es una manifestación de formas que están subyacentes en una economía en la que el 1% más rico del planeta posee la misma riqueza que la mitad de la población humana (según Oxfam)”, citó.

Por otro lado, Abdala recordó a Bertolt Brecht, quien expresó que cuando todos festejaban la caída del nazi-fascismo, él advertía que no había muerto la matriz que dio vida a esa “escoria”, ya que es el capital financiero el que genera una inclinación natural a que el pensamiento político, la hegemonía y la dirección de la sociedad sean de extrema derecha.

“Tenemos que ubicar la perspectiva en un orden distinto; para eso, no alcanza con la suma de nuestras acciones nacionales. Necesitamos una geometría internacional y global, y para ello, debemos fortalecer el nivel de organización y lucha del movimiento obrero”, planteó.

El papel transgresor

Por otro lado, Abdala se refirió -aclarando que lo hacía desde una perspectiva siempre autocrítica-, a que las transformaciones sustantivas son llevadas a cabo por los pueblos y “muchas veces, cuando triunfan versiones más afines a nuestro programa que las del gobierno del gran capital, el movimiento obrero se ubica de manera acrítica, apoyando todo lo que se hace y, en definitiva, pierde su papel transgresor de organización de las masas para impulsar los proyectos de cambio”. Señaló así la importancia de ser críticos y observar “el fracaso de la socialdemocracia europea y los límites de los rendimientos decrecientes del progresismo en nuestra América Latina, que primero captura las expectativas y esperanzas de los pueblos, pero que ante sus límites genera una decepción que es capitalizada por versiones cada vez más extremas de la derecha, implicando los intereses del gran capital”.

“¿Tenemos que bajar las reivindicaciones cuando gobiernan gobiernos amigos? ¿Tenemos que dejar de estar en las calles empujando, luchando? Creo que no. Se necesitan movimientos obreros que no solo entren en los gabinetes de los gobiernos progresistas, sino que estén abajo criticando cuando hay que hacerlo". Aclaró que esto no implica indiferencia política o que no existan afinidades, sino que se trata de impulsar cambios profundos. "La independencia de clase no es indiferencia, sino cumplir el rol de impulsar las transformaciones más adelante". Ante esto, agregó: "porque después los que 'pagamos los platos rotos' somos los trabajadores”.

Coordinadora de Centrales Sindicales

Finalmente, Abdala planteó que en el plano continental es necesario un movimiento sindical que vuelva a ser como en las mejores épocas de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, el motor de la integración regional.
Dijo que tiene que ser posible la integración profunda de América Latina en planes de infraestructura común y complementación productiva e industrial, que generen la integración al trabajo y la vida de los pueblos para promover causas comunes.

“¿No es posible plantear una agenda de elevación del salario mínimo nacional a escala regional? ¿No es posible la defensa de la seguridad social como derecho humano fundamental? ¿No son posibles acciones comunes por la lucha de la reducción de la jornada laboral?”, interrogó Abdala.

Señaló que "el movimiento obrero necesita, como una planta al sol, avanzar en caminos de unidad que hagan que nuestra clase esté más poderosa para enfrentar desafíos que eviten la puesta en riesgo del trabajo, porque estamos en una crisis de carácter civilizatorio. El capital, como relación social, afecta al ser humano, a la naturaleza y a la vida sobre el planeta, y el movimiento obrero debe unirse para avanzar y recoger las expectativas de una sociedad más solidaria y fraterna”, puntualizó.

 

 

 

 

Modificado por última vez en Sábado, 23 Marzo 2024 11:44
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