Salud 49º aniversario de la CNT, ejemplo de unidad e inicio de la guía del movimiento sindical

Hoy 1º de octubre se cumple el 49º aniversario de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT). Entre los días 28 de setiembre y 1º de octubre de 1964 se desarrolló el Congreso de Unificación Sindical que consolidó el proceso de unidad programática y orgánica que paso a la CNT de un organismo coordinador a una central única e independiente. Al disolverse la CTU, la CNT se constituyó en el organismo unificado de los sindicatos uruguayos. Se aprobó una “Declaración de Principios, el Programa de Soluciones a la Crisis, y el Estatuto”. En el mismo se proponía garantizar la democracia sindical, la independencia frente al Estado, los patronos y los partidos, la no afiliación a ninguna central sindical internacional, y la promoción de la unidad sindical internacional. En la nota gráfica se pueden ver a algunos de los fundadores de la CNT.

La constitución de la CNT significó la más alta expresión programática y organizativa. En su declaración constitutiva se señala que la CNT “se constituye para impulsar a un plano superior la lucha por las reivindicaciones económicas y sociales de los trabajadores de la ciudad y del campo; por el mejoramiento de las condiciones materiales y culturales del conjunto del pueblo; por la liberación nacional y el progreso de nuestra patria, en el camino hacia una sociedad sin explotados ni explotadores.

En el cumplimiento de tales objetivos la CNT se esfuerza por unir en su seno a todas las organizaciones sindicales del país, a todos los trabajadores, cualquiera sea su opinión ideológica, política o religiosa. Desenvuelve la más amplia democracia sindical para unir a todos los trabajadores e impulsar la lucha por sus intereses inmediatos e históricos.

Con la misma preocupación, estrechas sus lazos de amistad y solidaridad con los campesinos, intelectuales y demás sectores progresistas, constituyendo con ellos un amplio frente de unidad de acción que facilita la obtención de sus reivindicaciones y que impulsa hacia el progreso la vida del país. Mantiene en alto las banderas de solidaridad y fraternidad internacional de los trabajadores, participando en los avances de la unidad sindical latinoamericana, en defensa de las conquistas de la clase obrera mundial, en el afianzamiento de la paz, la mistad entre los pueblos y en la lucha que éstos libran por su emancipación de la explotación capitalista”.

El que olvida su historia…

En el libro “El movimiento sindical” de Germán D´Elía se hace referencia a la historia y creación de la CNT. El ya desaparecido historiador indica en su texto que “los primeros años del siglo XX son de intensa conmoción y de transformaciones profundas en las que se engendran las líneas de la posterior evolución de la República. La elección de José Batlle y Ordoñez  a la presidencia constituye el ascenso de un político de nuevo estilo, de espíritu renovador, pujante, abierto a las transformaciones e inquietudes que recorren el mundo. La derrota de la revolución nacionalista de 1904 cierra el ciclo de las guerras civiles, del reparto feudal del país, y abre las perspectivas de una evolución institucional y democrática”.

Más adelante se recuerda que el 1913 es un año “dramático para los trabajadores. La gran crisis que azota al mundo capitalista repercute con intensidad en el Uruguay y facilita un ataque frontal de la reacción contra las fuerzas progresistas y obreras. (…) Los métodos de acción y la orientación de los sindicatos se manifiestan como totalmente inadecuados y la mayor parte de los trabajadores permanece al margen de la organización. Este estado de desorganización facilita la cómoda conducción de la política patronal, que deriva sobre los trabajadores las consecuencias más duras de la crisis. (…) En 1919 se inicia una nueva crisis del capitalismo que repercutirá de inmediato sobre las zonas de la periferia. La cifra récord de las exportaciones de ese años cae verticalmente en 1920”.

La crisis mundial que se desencadena en octubre de 1929 en la Bolsa de Nueva York genera una catástrofe sin precedentes en el mundo capitalista. Paralización industrial, caída vertical de los precios, caos monetario, detención del comercio internacional, más de 50 millones de hombres desocupados en el mundo ponen nuevamente en evidencia la incapacidad del sistema para resolver sus propias contradicciones. (…) En el campo político las fuerzas más conservadoras y antipopulares –el sector del batllismo que encabeza el Terra, el nacionalista que acuaudilla Herrera, el riverismo orientado por Manini Ríos- se mancomunan en una violenta campaña anti-colegialista como preparación de golpe de Estado que se produce el 31 de marzo de 1933”.

El año 1941 “señala el comienzo del renacimiento de la organización sindical. Se reestructuran numerosos sindicatos, surgen organizaciones nuevas, hay un amplio sector de trabajadores que no han participado en las enconadas luchas inter sindicales y procuran la concreción de una unidad indispensable para el logro de las reivindicaciones que plantean. Símbolo del renacimiento de la actividad sindical es la organización de la Unión Ferroviaria, después de 34 años de su destrucción”.

“La crisis económica que se desencadena a mediados de 1950 comienza a manifestarse con intensidad creciente y le planteará a la clase obrera la necesidad de superar las divisiones como única forma de poder enfrentar las derivaciones de esa crisis. En 1959 se llega al procedimiento de la convocatoria de una asamblea consultiva de sindicatos –iniciativa que había venido sosteniendo el Congreso Obrero Textil (COT)- que, en esencia, consistió en la apelación a las bases por encima de enquistamientos de las centrales. A través de la asamblea se logran superar diferencias y alcanzar soluciones constructivas”, lo que terminará pocos años después con la creación de la CNT.