El PIT-CNT y la academia presentaron propuesta para reducir la jornada laboral a 40 horas semanales
Investigadores de Saberes en Acción, iniciativa que promueve el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, presentaron una propuesta técnica para reducir la jornada laboral a 40 horas semanales con pago por 48 horas. La central sindical planteó que será necesaria una ley para implementar la iniciativa y anunció que mantendrán reuniones con los candidatos a la Presidencia de la República.
Este martes 13 de agosto se realizó en la sede del PIT-CNT la presentación de los informes técnicos sobre la reducción de la jornada laboral, elaborados por investigadores de Saberes en Acción del Instituto Cuesta Duarte. El anfiteatro Idea Vilariño - Mario Benedetti se vio desbordado de público y la organización debió incorporar medio centenar de sillas para que el público se ubicara dentro del recinto.
Durante el evento, estuvieron presentes el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala; la secretaria general de la central sindical, Elbia Pereira; y el vicepresidente, José Lorenzo López. También participaron el director del Instituto Cuesta-Duarte, Milton Castellano; el equipo de Saberes en Acción/ICUDU, conformado por la economista Alejandra Picco, y los economistas Pablo Blanchard y Federico Araya, quienes presentaron el informe técnico sobre los beneficios que tendría esta medida; el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Mario Arizti y el exministro, Pablo Mieres; el director general del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP), Pablo Darch, los representantes de los trabajadores en el directorio del INEFOP, como así también, legisladores vinculados a las comisiones de legislación laboral del Parlamento y una treintena de estudiantes de fundamentos filosóficos de Relaciones Laborales de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República que concurrieron especialmente invitados por la organización.
Los investigadores del proyecto Saberes en Acción: una nueva perspectiva del trabajo y la productividad, una iniciativa del Instituto Cuesta Duarte cofinanciada por el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP), presentaron los resultados del informe técnico sobre las investigaciones realizadas.
En dicho marco, la economista Alejandra Picco dijo que el trabajo elaborado por el Instituto Cuesta Duarte es un insumo más para la discusión de la reducción de la jornada laboral en Uruguay.
Expresó que es “pertinente y necesario” avanzar en la reducción de la jornada de trabajo porque, como lo señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “el tiempo de trabajo y la duración de la jornada laboral, junto con el salario, son de las condiciones de empleo más importantes para los trabajadores, y esto afecta a la salud física y mental de las personas, la seguridad en el trabajo y la posibilidad de realizar actividades fuera del ámbito laboral”.
La investigadora se refirió a los impactos que se espera que tenga la reducción de la jornada laboral, cuyo propósito central es la idea del “trabajo decente y el efecto del tiempo en la vida de las personas”.
Recordó que en 1915 Uruguay fue pionero en la reducción de la jornada laboral a 8 horas diarias; sin embargo, en la actualidad, aunque existen diferentes horarios para los distintos sectores de actividad, sigue teniendo una jornada de 8 horas diarias y 48 horas semanales, lo que lo convierte en “uno de los países con la duración de la jornada laboral legal más extensa del mundo”. Además, sostuvo que el “fuerte aumento en la productividad del trabajo, producto de la implementación de nuevas tecnologías y cambios en la organización del trabajo, respalda que esta demanda pueda llevarse adelante”.
Picco dijo que, entre los impactos que se podrían esperar de la reducción de la jornada laboral, según la experiencia internacional, se encuentra el “aumento del bienestar de las personas, su satisfacción con el trabajo y su satisfacción con la vida en general”.
También tiene un impacto positivo en “la salud y seguridad en el trabajo, al contribuir a un menor estrés laboral, menos enfermedades profesionales y a la disminución de accidentes laborales”.
Se espera también que “permita reducir las brechas de género, ya que las mujeres tienen una mayor carga global de trabajo debido a que dedican más tiempo al trabajo no remunerado que los varones”.
En relación con la productividad, la experta señaló que la teoría indica “un aumento de la productividad media del trabajo, ya que al eliminarse las últimas horas de trabajo, que tienden a ser las menos productivas, se podría esperar un incremento en la productividad”.
En cuanto al empleo, Picco dijo que se pueden esperar dos impactos distintos: “por un lado, está la idea de compartir las horas de trabajo ante una disminución del volumen total de las horas de labor, producto de la incorporación tecnológica. La posibilidad de que las personas compartan esas horas de trabajo podría generar una mayor cantidad de puestos de trabajo y, si esto se realiza sin disminución salarial, podría llevar a un aumento de los costos salariales por hora. Esto podría provocar, por otro lado, un desplazamiento de empleo en momentos de fuerte introducción tecnológica, aunque la evidencia internacional no es contundente”.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la jornada efectiva promedio en 2023 en Uruguay fue de 39,6 horas semanales. Sin embargo, este promedio oculta grandes heterogeneidades, que dependen de las características de las personas, de los puestos de trabajo y del sector de actividad.
El total de asalariados en el año 2023 ascendió a 1.211.000, de los cuales 523.000 realizaban más de 40 horas semanales. Dentro de este grupo, 267.000 asalariados trabajaban menos de 48 horas, en tanto que 158.000 lo hacían 48 horas y 98.000 tenían un régimen de trabajo que excedía las 48 horas a la semana.
Por otro lado, Picco aseguró que comúnmente se plantea el debate sobre si la reducción de la jornada laboral debería llevarse a cabo mediante una ley o a través de la negociación colectiva. En tal sentido, afirmó que en Uruguay la negociación colectiva tiene “una amplia cobertura y es una ventaja para poder llevar adelante la reducción de la jornada por esa vía”. Sin embargo, también aseguró que la normativa general es la que termina amparando a todos los trabajadores, independientemente de su poder de negociación, y esto permitiría allanar el camino en los sectores donde estos temas son más difíciles de contemplar.
En cuanto al monto de la reducción, la tendencia es hacia las 40 horas semanales o menos. Además, es importante considerar cómo se contabilizan las horas, ya que muchas veces se pierden cuando se cuentan períodos más largos.
Sobre la gradualidad de la reducción, Picco dijo que, según la mayoría de las experiencias, “se ha hecho de manera gradual, lo que permite una mayor adaptabilidad de las empresas en materia de costos, en la organización del trabajo y en la incorporación de distintos sectores”. La gradualidad no sólo se refiere al tiempo, sino que también puede ser diferencial según el sector de actividad o el tamaño de las empresas.
En cuanto a la distribución de los costos, señaló que para aplicar la reducción de la jornada “hay que ver cómo están avanzando los distintos sectores en términos de crecimiento de la productividad, y si en algunos casos amerita que estos costos puedan ser asumidos temporalmente también por el Estado”.
Hizo mención al “riesgo de la flexibilidad laboral que puede emerger de esta discusión; la reducción de la jornada laboral normalmente se discute junto con la distribución del tiempo de trabajo, y existe el riesgo de una flexibilización laboral en la que, en la organización del trabajo y en el ordenamiento de la jornada, se pierda de vista los intereses y demandas de los trabajadores, primando únicamente las necesidades productivas”. En este punto, es importante que la reducción de la jornada de trabajo se dé en el marco de acuerdos colectivos y no de manera individual, y que existan límites generales para proteger el tiempo de trabajo de las personas mediante regulaciones y normativas que impidan estos excesos.
Es necesario una ley
Por su parte, el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, expresó que es necesario que en Uruguay se apruebe una ley que establezca un máximo de 40 horas de trabajo semanales, con pago por 48 horas y con las gradualidades necesarias, como límite efectivo de la semana laboral. El dirigente sindical planteó que la reducción de la jornada laboral se abra a que, por rama de actividad, pueda ser un factor en la negociación colectiva.
“Todo esto es posible porque ha quedado establecido, a partir de distintas investigaciones, que no tiene un efecto negativo sobre el empleo y es beneficioso, ya que presenta un conjunto de efectos positivos para la calidad de vida de la población trabajadora”, aseguró Abdala.
El presidente de la central de trabajadores manifestó que, además, genera condicionantes en el mundo del trabajo para una mejora genuina de la capacidad productiva. “En el horizonte tenemos la perspectiva de un nuevo modo de acumulación que nos saque de la acumulación dependiente y mejore la productividad social del trabajo. Se trata de un cambio en la matriz productiva para no quedar tan atados y dependientes de la importación de productos intensivos en recursos naturales o materias primas, sino de avanzar hacia un entorno de trabajo más elevado y sofisticado, donde también sea más fácil redistribuir la riqueza basada en esta nueva producción”, planteó.
Aseguró que la propuesta tendría varios efectos positivos, según las experiencias registradas en otros países, tales como “mejoras en la salud laboral, mayor propensión a hacer deporte y dejar de fumar; además, permitiría reducir la brecha de género al posibilitar una mayor distribución del trabajo no remunerado”.
“La propuesta de reducir la jornada laboral es una iniciativa que nosotros presentamos y que cuenta con la solvencia técnica de un estudio, no sólo del Instituto Cuesta-Duarte, sino también de técnicos y académicos de la Universidad de la República. Estos estudios demuestran que es perfectamente posible y beneficioso para la gente, ya que también tiene un impacto positivo en la productividad”, resaltó Abdala.
Planteó que podrá ser impulsada a través de una ley por parte de los legisladores y adelantó que la central sindical mantendrá reuniones con los distintos candidatos a la Presidencia de la República.
A su turno, Pablo Darch dijo que desde el Instituto Cuesta Duarte se han abierto puertas para que distintos actores presenten propuestas para abordar los desafíos estratégicos que se observan en el campo del trabajo y la empleabilidad. “La dinámica creciente del mundo del trabajo y de la tecnología es difícil de anticipar sólo desde el Instituto, y es mucho más enriquecedor hacerlo con la colaboración y los enfoques de distintos actores”.
Arizti resalta instancia de diálogo del PIT-CNT
Por su parte, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Mario Arizti, aseguró que la redistribución de la jornada laboral es algo que siempre ha defendido. “Reconozco que la reducción de la jornada es un tema de debate mundial, que siempre está sobre la mesa. Es algo que se debe discutir; no hay que negarse a debatir los tiempos de trabajo en su conjunto”, expresó el secretario de Estado.
Agregó que es necesario que exista una legislación, pero al mismo tiempo, se debe “dejar espacio a la negociación colectiva”, explicó, que hoy en día está ocurriendo, y que “muchos sectores, a través de la negociación colectiva, distribuyen su tiempo de trabajo y se ajustan a la realidad de ese sector o de la empresa”.
Se mostró de acuerdo con la distribución de las horas, es decir, que un trabajador trabaje más horas algún día de la semana y luego pueda tener, por ejemplo, el viernes libre, logrando así un descanso más largo.
“Hoy existen convenios colectivos que establecen ese tipo de distribución del tiempo de trabajo y permiten conciliar la vida familiar con la vida laboral y con la producción de la empresa”, remarcó Arizti.
Dijo que la cantidad de horas se puede fijar por semana, aunque es necesario que haya límites semanales de horas a trabajar. “Hay que analizar todas las aristas de la propuesta, porque uno de los problemas que ha surgido en otros países es que, al reducirse la jornada, se busca un segundo empleo. Por eso, hay que estudiar bien el tema y debatirlo, como ha ocurrido con la propuesta del PIT-CNT”, puntualizó.
https://pitcnt.uy/novedades/noticias/item/6169-el-pit-cnt-y-la-academia-presentaron-propuesta-para-reducir-la-jornada-laboral-a-40-horas-semanales#sigProId5072984730