Instituto Cuesta Duarte: "La transparencia como base de la honestidad intelectual"
Algunas puntualizaciones sobre el informe de salarios y nuestra metodología de análisis.
Sobre la forma de medir la evolución del salario real medio en 2022.-
Partiendo de los datos oficiales del Índice de Salario Real (ISR) que publica mensualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE), se pueden construir dos indicadores diferentes para medir la evolución anual del salario real. Aunque ambas mediciones tienen base en los mismos datos, los resultados que arrojan pueden diferir de manera importante (como sucedió en 2022) en la medida en que la metodología de cálculo es distinta y por ende, muestran y ponen énfasis en diferentes aspectos de la trayectoria del salario real.
Por un lado, la comúnmente llamada variación “punta a punta” del salario real se construye tomando el dato del ISR registrado en diciembre de un año y comparándolo con el ISR de diciembre del año anterior. Este cálculo recoge algo así como la variación del poder adquisitivo “a lo largo” del año en cuestión; pero no la compara con la situación media del año anterior.
Por otro lado, lo que se suele llamar variación promedio anual del salario real, surge de la comparación entre el ISR promedio de un año y el del año previo. Esto da cuenta de la variación del salario real entre un año y otro (en general, el anterior).
Sobre la variación del salario real medio en 2022.-
Como se señala en el Informe sobre Salarios del Instituto correspondiente al último trimestre y cierre del año 20221, la variación “punta a punta” del salario real en 2022 fue de 1% mientras que la comparación de promedios anuales arroja una caída de 0,6% en el salario real promedio de 2022 respecto al del año anterior.
Desde nuestro punto de vista, si lo que se pretende es hacer un balance de la evolución del poder adquisitivo de los salarios durante el año, este segundo cálculo es más adecuado. Justamente porque la construcción del promedio implica que en dicho balance se da el mismo peso a todos los meses del año, en el entendido de que esa es la foto más representativa del año y evita los sesgos que pudieran ocurrir a partir de saltos o cambios excepcionales en el tramo final del año. Es por esto que a nuestro entender, lo más representativo es el poder de compra que tuvimos quienes vivimos del salario los 12 meses del año. En este marco, la variación “punta a punta” es una ayuda que complementa el análisis, aportando información acerca de la trayectoria del salario real en el correr del año; pero sin dar cuenta de la variación o comparación respecto a la situación del año anterior.
Cabe señalar además, que la comparación de promedios anuales es lo que habitualmente se utiliza para medir la evolución anual de varias variables de la economía. El propio equipo de gobierno utiliza este mecanismo cuando analiza el nivel de ocupados, la tasa de empleo y el producto bruto interno, entre otros.
Sobre el centro del debate.-
Más allá de las puntualizaciones señaladas, la discusión central en la actual coyuntura debería estar en los mecanismos para asegurar que el poder adquisitivo de los asalariados retorne al mismo nivel que tenía en 2019 y en cómo revertir la caída que ha tenido la participación de los trabajadores en la riqueza generada.
Independientemente del indicador empleado para medir lo sucedido en 2022, es indiscutible que el salario real se encuentra por debajo de su nivel de 2019 y que esto se da en una economía que ya genera más riqueza que en ese año. Incluso teniendo en cuenta la favorable evolución que ha tenido el número de ocupados, la masa salarial real se achicó y así, mientras en 2022 el PBI se ubica alrededor de 3,3% por encima de su nivel de 2019, el salario real está 3,7% por debajo y la masa salarial es 1,5% menor que en 2019 (ver cuadro). Es decir, la economía crece pero el salario cae.
Esta divergencia entre la recuperación económica registrada en el último año y medio y los salarios de los trabajadores se verifica tomando la comparación de promedios anuales entre 2022 y 2019, pero también si se toma el criterio de variación “punta a punta” para los tres años en cuestión.
Sin duda, la pandemia tuvo un rol importante en explicar la caída verificada en la actividad económica, el empleo y el salario durante 2020. Sin embargo, el hecho de que la recuperación todavía no haya alcanzado a variables clave como son el salario y los ingresos, y que siga aumentando la desigualdad, es responsabilidad de las políticas desplegadas, durante la crisis y particularmente en la pospandemia, durante 2021 y 2022.
Se podrá compartir o discrepar con nuestros análisis e investigaciones pero los mismos siempre son claros sobre la metodología empleada así como sobre las fuentes utilizadas.
1. Ver: https://cuestaduarte.org.uy/documentos/informe-sobre-salarios-cuarto-trimestre-y-cierre-de-2022