Sergio Sommaruga (SINTEP): "Sin fuerzas morales no hay batallas que se puedan librar"

Lunes, 06 Septiembre 2021 20:22
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El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadoras y trabajadores de la Enseñanza Privada (SINTEP), Sergio Sommaruga, explicó en entrevista con el Portal del PIT-CNT las razones por las que el sindicato entendió que era necesario elaborar un protocolo contra el acoso sexual en la enseñanza privada y se refirió a la incidencia directa que tuvo la Operación Océano a la hora de encender "luces de alerta". Habló de las dificultades iniciales pero especialmente destacó los acuerdos tripartitos que se fueron logrando con el paso del tiempo durante el proceso de trabajo. Asimismo, aseguró que ahora se necesita "lo más difícil" y es "que el protocolo se convierta en una costumbre", para que esté presente en el imaginario y en la vida cotidiana de las personas y las instituciones. Sommaruga también respondió sobre el referéndum por la derogación de los 135 artículos de la LUC y los embates contra los sindicatos. Al respecto, sostuvo que "si el gobierno tiene fe en sus ideas, debería abandonar la persecución y la estigmatización".

¿Cómo y por qué surge la necesidad de trabajar en la elaboración del Protocolo contra el acoso sexual en la enseñanza privada?

La idea nace del espanto. Al menos una mitad de la idea viene de allí, del espanto que provocó el descubrimiento de una red de explotación sexual de menores en nuestro país a fines de 2019. Me estoy refiriendo a la llamada “Operación Océano”, dónde aparecen implicados como victimarios varios hombres ricos, con cierto prestigio y buenas cuotas de poder. Algunos de ellos empresarios, CEOS, un ex juez y varios profesionales. En la lista de formalizados hay varios hombres directamente vinculados a la enseñanza privada. Tres docentes y el propietario del colegio St. Clare’s College de Punta del Este. Eso nos encendió las alarmas a todo volumen. Además, en el grupo de gurisas explotadas también había estudiantes de instituciones de enseñanza privada. Que poderosos son los convincentes engaños de los prejuicios ¿no? Digo esto porque la primera imagen de una adolescente explotada sexualmente que te viene a la cabeza nos lleva rápidamente al costado más golpeado socialmente de nuestro pueblo. Al pobrerío, donde sin duda alguna estos crímenes horrendos también tienen víctimas. Pero, en este caso, como supongo que en otros, varias de las víctimas no venían precisamente de ese sector del pueblo. La realidad, a la larga, le termina ganando a los prejuicios, pero mientras tanto hacen estragos. Lo cierto es que con esta información arriba de la mesa nos pusimos a estudiar que marco de protección había en la enseñanza privada que nos ayudaran a prevenir y combatir prácticas vinculadas al acoso sexual y nos encontramos con un hueco donde había muchos ecos, pero ninguna palabra. Quiero decir con esto que la amplia mayoría de la gente rechaza estas prácticas de violencia, sin embargo no había nada escrito que sirviera como herramienta específica y focalizada para dar combate al acoso sexual en la enseñanza privada. A partir de esa constatación nos pusimos a trabajar con la decisión de que era necesario instituir una herramienta al servicio de la lucha contra esta práctica de violencia que configura el acoso. De allí, digamos, nace la segunda mitad de la idea de tener un protocolo de esta naturaleza. Del compromiso que tenemos con la dignidad como valor superior de la vida y la convivencia.

¿Por qué lo consideran una conquista del sindicato?

El protocolo es el resultado de un año de trabajo de una comisión tripartita, originada en el marco de la negociación colectiva y el consejo de salarios. Y esto para nosotros es motivo de una enorme satisfacción, pero decimos, con mucha convicción y legitimidad, que es una conquista del sindicato. Y lo decimos por dos razones irrefutables: porque la detección de la anomia normativa (la ausencia de protocolo) la hizo el sindicato tras un estudio pormenorizado de la legislación y la reglamentación sectorial. Por otro lado porque la iniciativa política la tomó el sindicato. No solo eso, sino que colocamos la creación del protocolo como una condición para terminar el acuerdo del sector en el marco de la octava ronda de los consejos de salarios. Esto lo remarco especialmente porque SINTEP ya había conseguido en lo salarial un acuerdo que superaba los límites de las pautas salariales del gobierno para el llamado “período puente”. Quiero decir que nosotros ya habíamos resuelto lo salarial, pero así y todo no firmábamos el acuerdo si no se aprobaba la creación del protocolo contra el acoso sexual en la enseñanza privada. Por esas dos razones decimos que es una conquista de SINTEP. Y estamos contentos de eso, pero no sólo por el sindicato en sí mismo, sino por el aporte que hace el sindicato para toda la comunidad educativa. Y este tipo de conquistas, que unen lo salarial con el bien común, son la mejor forma de contestarle a los que, con afán casi adictivo, buscan permanentemente deteriorar la imagen social de los sindicatos.

¿Existieron prejuicios en el proceso de discusión y elaboración del protocolo?

Lo que existió en primera instancia fue una respuesta defensiva y poco estudiada de una de las cámaras del sector. Creo que pensaron que buscábamos dañar su imagen y tiraron un golpe a un saco vacío. Tengo guardado el comunicado que emitieron al respecto de la iniciativa del sindicato sobre la necesidad de tener un protocolo contra el acoso sexual. Pero eso es pasado. Además, debo decir que esa misma asociación de colegios aportó a uno de los integrantes de la comisión que hizo contribuciones de gran valor para lograr el protocolo. Esta herramienta que hoy tenemos para ayudarnos a combatir el acoso sexual fue enormemente enriquecida por el trabajo colectivo de todas las personas que conformaron la comisión. Da gusto decirlo. Más aún tomando en cuenta que cada tanto surgen voces cuestionando la vigencia y pertinencia de los consejos de salarios. Realmente creemos que este protocolo es una muy buena herramienta de acción en arreglo a sus fines. Uno de los factores de su fortaleza está en sus contenidos y la otra está justamente en que es el resultado de un trabajo verdaderamente mancomunado de todas las personas que integraron la comisión. Me estoy refiriendo a las compañeras de nuestra secretaría de seguridad y salud laboral (que llevaron el primer borrador de trabajo), la representación de las asociaciones de colegios, la representación del grupo 16 y las expertas que aportó el MTSS.

¿Nos falta camino por recorrer en términos generales, pero particularmente en relación a los micro machismos cotidianos?

Creo mucho en aquello que decía Cortázar de que "la humanidad empezará verdaderamente a merecer su nombre el día en que haya cesado la explotación del hombre por el hombre". Sin embargo, en el tránsito, largo y sinuosos hacia ese objetivo tenemos que dar pelea contra todas nuestras contradicciones morales. En ese marco esta la lucha contra los micro machismos, pero también contra toda forma de discriminación que reproduzca relaciones de poder desiguales, debe ser parte de nuestros compromisos. Sabemos que somos una consecuencia de nuestra época histórica y también que somos dueños de nuestro destino. Así, en el ir y venir de esa tensión vamos caminando tratando e hacer con nosotros lo mejor que podemos; evitando caer tanto en la autoflagelación como en su contrario, la autocomplacencia.

¿Dónde estuvieron los "nudos" o los puntos más complejos para lograr acuerdo?

La posibilidad de que una buena idea se convierta en un buen plan es un parto de creatividad, estudio, ingenio y precisión. Creo que al final del día logramos una muy buena herramienta. Estoy convencido de ello. Solo basta leer el protocolo para darse cuenta. Ahora, claro está, resta lo más difícil: convertirlo en costumbre. Si el protocolo queda en letra muerta no tiene valor práctico y si carece de valor práctico, no soluciona ningún problema. Por eso necesitamos que se vuelva una costumbre para que esté presente en el imaginario y en la vida cotidiana de los sujetos y las instituciones. Ya estamos trabajando fuerte en ello con planes de formación y de difusión. Nos podrá costar, pero somos persistentes.

¿Qué valoración hacés de las casi 800 mil firmas presentadas para habilitar el recurso de referéndum sobre 135 artículos de la LUC?

La valoración que hago es que el pueblo y sus fuerzas militantes son el esplendor de la mañana que imaginamos. Lo que queremos ser y necesitamos ser esta allí, en la gente sencilla, en los miles y miles de hombres y mujeres que son capaces de ponerse al hombro las tareas de la lucha social. Nuestra tarea como militantes con responsabilidades de dirección es aportar los marcos organizativos, las estrategias y los espacios de debate para canalizar todas esas fuerzas de manera legítima. Cuando somos capaces de conjugar fuerzas morales y plan, aparecen los milagros. Obtener las 800.000 firmas además de un objetivo político fundamental era también una necesidad espiritual. Sin fuerzas morales, al decir de José Ingenieros, no hay batallas que se puedan librar, más aún con el nivel de asimetría de poder y recursos que existe entre las fuerzas del proyecto del poder y las fuerzas populares.

En otro plano, creo que este logro también representa un desafío político de alto rango para el movimiento popular, porque una de las conclusiones del gobierno, a la luz del logro de las firmas, fue acelerar más sus procesos de ajustes regresivos. La Rendición de Cuentas, la postergación salarial, la ley de medios, la reforma de la seguridad social y la continuidad de la política de transferencia hacia el 1% más rico, son las evidencias de ese comportamiento. Es decir, no soy de los que creen que luego de las firmas el gobierno se quedó a la defensiva, lamiendo sus heridas. Por tanto, hay que festejar sí, porque es necesario, pero con la atención y las fuerzas puestas en ganar el referéndum y profundizar la estrategia de defensa del bien común contra la intensidad creciente de la minoría privilegiada que sigue adelante con su proyecto.

Lo que está sucediendo con el Puerto de Montevideo, con las empresas públicas, con la enseñanza, los recortes de salarios, el debilitamiento o desguace de las políticas sociales en el Mides, ¿es lo que la gente votó?

¿Y qué votó la gente? ¿Qué es hoy la política? En tiempos de marketing, big data y lógicas del espectáculo como forma de construir referencia social, el campo de las ideas y valores sobre la convivencia colectiva -que son la esencia misma de la política- queda muy debilitado, muy rezagado. Esta es una de las tragedias más aciagas de la contemporaneidad. ¿Votó la gente un plan de privatización? No, no creo. ¿Votó la gente que el 1% sea cada vez más rico y poderoso? No, tampoco creo. Me parece que mucha gente votó otra cosa y por otras cosas. Pero ganó quien ganó. Y quien ganó no solo lo hizo por sus virtudes. Yo, tal vez empezaría por ahí a buscar respuestas.

¿Qué lectura hacés de la persecución y estigmatización hacia los sindicatos, con particular saña hacia la FeNaPES?

Que es una pésima forma de intentar ganar la batalla política por parte del gobierno. Es la decadencia de la política. Si el gobierno tiene fe en sus ideas que abandone la persecución y la estigmatización. Porque si no lo hacen, no podrán quitarse de arriba que la persecución y la estigmatización son parte de sus ideas y de su proyecto.

Modificado por última vez en Lunes, 06 Septiembre 2021 20:55
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