“No es fácil la changa pero vamos a llegar a las 700 mil firmas”

Miércoles, 03 Febrero 2021 17:04
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En el departamento de Rivera las firmas se van encontrando por las esquinas. Una tras otra, las firmas se van juntando. Más allá de la pandemia, de la crisis económica y social, la militancia sindical y social sale día tras día a recorrer calles, a charlar con vecinos y vecinas, para explicar los motivos por los que se realiza la campaña para recolectar 700 mil firmas para habilitar el referéndum que permita derogar 135 artículos de la LUC.

Sergio es obrero de la construcción y dice que Rivera es un departamento difícil, complejo, con sus particularidades y muy conservador. Sergio Rodríguez, es presidente del Plenario Intersindical de Trabajadores de Rivera, integrante de la Comisión Departamental Pro Referéndum y de la Comisión Nacional Pro Referéndum del SUNCA. Milita desde muy joven y ha ocupado distintos espacios de acción sindical y política. Fue edil, integró listas como suplente a diputado y senador, pero la militancia sindical ha sido el torrente natural del trabajo social cotidiano. Nació en Carmelo, «el único pueblo fundado por Artigas con los mejores atardeceres del mundo», y luego comenzó su periplo por tantas partes de su vida. Un día –siendo casi un niño- se fue de su casa y se dedicó a vender escobas para sobrevivir. Fue y vino. Anduvo por todo el país, luego se fue a Chile, Argentina, Perú y al retornar al Uruguay ingresó a trabajar en la construcción, conoció el SUNCA y desde entonces se abrazó al sindicato y milita en causas sindicales y sociales. “El SUNCA más que una escuela, es una universidad de la vida”, sostiene. “Es un sindicato que tiene un techo y corazón abierto en todo el país para los trabajadores de la rama que sean. Y eso lo saben quienes lo conocen. Claro que hay algunos que discriminan antes de conocerlo. No se arriman al sindicato, ni saben lo que se hace ahí, pero intentan discriminar y descalificar. El SUNCA es una herramienta sindical y de vida. Ahí aprendes a manejarte en la vida, a caminar derecho”. Según Sergio, en el interior se ve más claramente la discriminación que en Montevideo. “En Rivera es muy visible. Acá es una lucha, te discriminan por ser sindicalista, por ser comunista, por ser solidario, por todo. En determinado momento acá en Rivera decías que habías hablado conmigo y te decían que habías estado con el diablo. Ah sí, «El Canario» Rodríguez es el mismo diablo, decían” (risas). Eso con el tiempo fue cediendo y a fuerza de verlo trabajar en innumerables causas solidarias o en la Junta Departamental desde donde pudo concretar las conexiones de luz y agua para tres asentamientos de Rivera capital, la gente lo dejó de ver como un demonio y se ganó el respeto y valoración “incluso de los adversarios políticos” y “de los que no quieren nada con los sindicatos”.

Tal como lo explica Sergio, hay una parte conservadora de la sociedad riverense que valora y mucho el despliegue de las Brigadas Agustín Pedroza del SUNCA cada vez que alguien necesita una mano, reconocen el compromiso social de los militantes sindicales y sociales, pero mantiene una mirada estigmatizante en su discurso público. “Valoran cuando necesitan, pero les cuesta reconocerlo públicamente, hay como una resistencia a admitir que los sindicatos hacemos cosas por la gente todo el tiempo. Y muchas veces solucionando y atendiendo necesidades que tendrían que atender otros como los gobiernos departamentales. Pero nosotros tenemos que seguir adelante con la solidaridad y no esperar nada a cambio, como nos enseñaron en el SUNCA”.

La vida de Sergio ha sido dura como la de tantos y tantas compatriotas. Tuvo buenos momentos y de los otros. Siempre trabajó y salió adelante hasta que por avatares del destino, un día la realidad se complicó y perdió todo. Casa, ahorros, todo. Y tuvo que ir con lo poco que le quedó a vivir a un asentamiento. Fue una etapa más de aprendizaje, dice. Ahora, en Rivera, vive con su hija Cinthia Daiana, que está a punto de recibirse de Tecnóloga en Administración y Contabilidad de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración en Tacuarembó. Además de Cinthia, Sergio tiene un hijo varón, Cristian Saúl, que también trabaja en la construcción y por el momento vive en Tacuarembó.

La comunicación

Sergio asegura que para seguir juntando firmas es imprescindible que la gente esté más y mejor informada. Y que para ello se necesita la comunicación. Que en este tiempo la comunicación es vital. “Hay que explicarle a la gente de qué hablamos. Que esto no es contra el gobierno sino a favor de la gente”. Él cree que la LUC no es mala en su totalidad pero cuestiona que se haya incluido un paquete tan grande de temas en una ley que casi no tuvo discusión pública ni parlamentaria. “Cuando estás con la gente para pedirle la firma no hay mucho tiempo para explicarle los artículos, ni todos los cuestionamientos. Que esta ley afecta a los trabajadores, a los jubilados, a las personas con discapacidad, que afecta la educación, en fin, tantas cosas. Por eso creo que sería importante hacer una campaña de comunicación. Porque además, no creo que ni siquiera los senadores conozcan al detalle todo lo que metieron en esa LUC”.

Delo por hecho

Según Sergio, “no es fácil la changa pero vamos a llegar a las 700 mil firmas. No me gusta andar hablando de cuántas firmas tenemos. Mejor hacerlo calladitos, sin decir mucho. Vamos a llegar. Nos van a mirar con lupa cada detalle de cada papeleta firmada. Nos van a tirar todas las que puedan para atrás. Pero vamos a llegar”, sentenció. 

Modificado por última vez en Miércoles, 03 Febrero 2021 19:34
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