Un gran paso que marca el camino
En el día de hoy fue reintegrada a su puesto de trabajo la trabajadora despedida en el marco de una denuncia por violencia de género. La trabajadora, madre de dos hijas en edad escolar había comenzado a trabajar en una empresa de limpieza referencial del medio. Cuando se precipitaron los hechos de violencia por parte del padre de sus hijas, la trabajadora realizó la denuncia correspondiente y la justicia dictaminó medidas cautelares de protección, asignándole custodia policial las 24 horas del día, en virtud que en ese momento no había disponibilidad de dispositivos electrónicos de localización de personas, más conocidas como tobilleras. Cuando la trabajadora explicó su situación a la empresa de limpieza, fue despedida alegando bajo rendimiento. Fue entonces que la ONG El Paso, integrante de la Intersocial Feminista, la Secretaría de Género del PIT-CNT, el Sindicato Único de Empleados de Limpieza (SUEL) y la Secretaría de Género de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys), accionaron una rápida respuesta en defensa de la trabajadora, basándose en lo que establece la Ley Integral de Violencia de Género (19.580) en el sentido de sostener la estabilidad en el puesto de trabajo por un plazo de seis meses a partir de las medidas cautelares por hechos de violencia basados en género. Esto significa que las mujeres víctimas de violencia de género no podrán ser despedidas y en caso que sí lo fueran, el empleador deberá abonarles un importe equivalente a seis meses de sueldo más la indemnización legal que corresponda. A partir del trabajo coordinado, se logró establecer una instancia de negociación en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) en la que se logró el reintegro de la trabajadora a la empresa.
Si bien la empresa deja establecido en el acta de acuerdo que pone fin al diferendo que la culminación del vínculo anterior “no obedeció a ninguna circunstancia vinculada con su vida privada, menos aún con cualquier tutela que el Poder Judicial hubiere establecido para la misma”, las partes entienden que con la firma de un nuevo contrato laboral por 90 días para la trabajadora despedida, se arriba a una solución “alternativa” que demuestras la buena disposición de las mismas a la solución de la situación coyuntural presentada y atendiendo a la situación subjetiva que es objeto de este acuerdo”.
Andrea Tuana, licenciada en Trabajo Social y magíster en Políticas Públicas de Igualdad, directora de la ONG El Paso e integrante de la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual, celebró el acuerdo alcanzado y lo consideró “un logro muy importante”. Asimismo, agradeció las gestiones coordinadas que se desarrollaron junto a Fuecys, SUEL y “la alianza con el movimiento feminista”. En este sentido, dijo que “hay mucha potencia y mucho por hacer”.
El camino trazado
En tanto el presidente de Fuecys, Fabio Riverón, explicó al Portal que en un encuentro desarrollado en el departamento de Colonia, en diciembre de 2018, se definió como uno de los ejes centrales del plan de trabajo 2019/2020, articular con sectores de la sociedad que no son formalmente integrantes del PIT-CNT “con los que hay que generar acumulación para contrarrestar lo que se viene en la región y que posiblemente termine aterrizando en Uruguay en relación al empoderamiento de los sectores de la derecha y del fascismo puro”. En este sentido, la Federación resolvió en diciembre profundizar los lazos a través de un gran frente social con sectores feministas, con los que están vinculados al cuidado del medio ambiente, con las asociaciones que están trabajando la situación de los migrantes. “Este caso puntual de la trabajadora víctima de violencia de género que había sido despedida fue un comienzo que nos reafirma lo que habíamos establecido en diciembre en relación a la necesidad de articular y acumular con las fuerzas sociales, con notorio énfasis en los sectores feministas que son los primeros con los que nos planteamos trabajar”. El presidente de Fuecys señaló que estas acciones deben ser implementadas y coordinadas en tiempo presente. “No hay que esperar a que estemos en un país quebrado, recordemos que en la década del 90 los actores sociales nos vimos obligados a interactuar y accionar porque el enemigo estaba claro, pero yo estoy convencido que lo que se viene para el Uruguay es posible que sea en esa misma línea y me dolería mucho que nos diéramos cuenta la situación ya esté aterrizando por eso creo que a la derecha, socialmente hay que responderle antes que llegue para que sepa que tenemos condiciones para responder” concluyó.