Editan en España libro de Carlos Bouzas con prólogo de Baltasar Garzón
El próximo 13 de setiembre en Bilbao, el histórico dirigente de la CNT, AEBU y el PIT-CNT, Carlos Bouzas, comenzará una serie de presentaciones de la edición española de su libro “La guerra Civil Española (y su repercusión en Uruguay)”. Según adelantó el escritor al Portal del PIT-CNT, la editorial española Correo de la tarde decidió modificar el nombre del libro en España y saldrá a la venta como “De la Segunda República Española al Frente Amplio de Uruguay”. Bouzas explicó que desde la editorial se entendió que “en Uruguay el Frente Amplio hizo lo que ellos no supieron hacer en la Segunda República, que es lo que nosotros llamamos la unidad en la diversidad, y en perspectiva, viendo el paso de la historia, uno puede percibirlo de mejor forma” acotó.
Bouzas recorrerá distintas ciudades y regiones de España presentando su libro, en una gira que lo llevará por Bilbao, Barcelona, Madrid, La Coruña y Toledo, aunque posiblemente en las próximas horas se confirmen algunos otros destinos.
El prólogo de la edición española está escrito por el jurista Baltasar Garzón, quien destacó el trabajo realizado por Bouzas por considerarlo un “acercamiento honesto” a la historia. Para Garzón, esta obra “es algo más porque la mirada de Bouzas sobre el devenir de los acontecimientos en nuestro país adquiere el máximo interés cuando desarrolla la vinculación y relación de Uruguay con lo que iba sucediendo en España y la evolución de las actitudes internacionales respecto a la actualidad española de la época. Es, por tanto, la visión de un uruguayo que conoce bien España, donde ha vivido. Y es además la visión de un uruguayo comprometido política y socialmente, un compromiso que se transmite en el relato aún así equilibrado de estas páginas”.
La palabra de Baltasar Garzón.
“El de Bouzas es otro libro sobre la Guerra Civil española. Una afirmación rotunda que muchos acompañarían de un gesto de hartazgo, dando a entender que estamos ante un tema agotado. Sin embargo, en la búsqueda de la construcción de un relato más equilibrado, que no sea el que han escrito solo los vencedores, la necesidad de acercamientos honestos a los acontecimientos que precedieron a las cuatro décadas de dictadura franquista sigue cobrando todo el sentido. Por ello, SÍ, es de celebrar esta nueva obra sobre la Guerra Civil española.
No obstante, la de Carlos Bouzas es algo más. El autor, se arriesga con un recorrido exprés por la historia política de España desde el siglo XIX, para pasar a un más que detallado relato de la época de la II República -imprescindible para entender el clima en el que se gestó un golpe de Estado que derivó en una cruel guerra y desalmada posguerra-, y más aún en las páginas dedicadas a la contienda. Pero insisto en que esta obra es algo más porque la mirada de Bouzas sobre el devenir de los acontecimientos en nuestro país adquiere el máximo interés cuando desarrolla la vinculación y relación de Uruguay con lo que iba sucediendo en España y la evolución de las actitudes internacionales respecto a la actualidad española de la época. Es, por tanto, la visión de un uruguayo que conoce bien España, donde ha vivido. Y es además la visión de un uruguayo comprometido política y socialmente, un compromiso que se transmite en el relato aún así equilibrado de estas páginas.
Mucho conocemos sobre la implicación de México con la España republicana; también abunda el material sobre las relaciones mantenidas con Argentina. La de Uruguay, sin embargo, no ha sido tan divulgada, y, desde luego, no fue menor.
Hubo cierto paralelismo entre los momentos históricos de España y Uruguay cuando se produjo el Golpe de Estado, y, quizás por ello, una simpatía expresa desde los poderes políticos del segundo país por el bando Nacional del primero; mientras que entre los partidos de izquierdas (algunos homólogos a los españoles), sindicatos y otros colectivos populares, se apoyó al bando republicano, también por su carácter democrático. Si bien la colaboración desde el poder con la II República fue inviable, desde otras instituciones de la sociedad civil uruguaya sí fructificaron acciones destacables. Por ejemplo, las emprendidas desde el antifranquista Centro Republicano Español de Montevideo. Tampoco puede ni debe caer en el olvido la presencia de uruguayos en las Brigadas Internacionales que lucharon junto a los republicanos en la guerra civil española.
Mi intención no es ‘destripar’ aquí al lector la investigación plasmada por el autor. Sí me interesa poner de manifiesto la constatación, una vez más, tras leer estas páginas que recogen en su mayoría sucesos ya conocidos, de que la historia de desunión entre las fuerzas de izquierdas y progresistas se remonta atrás en España. Siempre ha habido una relación compleja, un idilio difícil. Y esas desavenencias se trasladaron más allá de las fronteras españolas, reproduciéndose en Uruguay. Las tensiones en este país hermano, entre anarquistas, socialistas fueron similares a las de España y, sobre todo, los recelos frente a los comunistas, especialmenteal identificar a la URSS como un enemigo mayoritario entre las principales potencias occidentales.
No quiero dejar estas líneas sin el agradecimiento expreso al autor por recordarnos que desde Uruguay (donde por cierto se dieron serias conspiraciones nazis), y canalizados por el Centro Republicano Español, intelectuales uruguayos mencionaron su expreso desacuerdo con la asistencia por primera vez de una delegación franquista en una Asamblea de la Unesco (la VIII, celebrada en Montevideo en 1954). Y que en 1955, cuando se votó en la ONU la aceptación de España, el Centro logró que los representantes uruguayos votasen en contra, junto a México y la minoría de la Asamblea. Fueron gestos importantes, habida cuenta de que una organización para la paz y la defensa de los derechos humanos daba cabida a un régimen, de represión y crímenes contra la humanidad como el de Franco.
Antes de finalizar, y quizás por entender las dificultades que muestra la izquierda actual en componer un proyecto cooperador, baste como ejemplo cómo a las puertas de la contienda fratricida, la CNT y la UGT estaban en España en abierto enfrentamiento. Sin embargo, consiguieron anteponer la lucha frente al enemigo común a sus discrepancias en sus respectivos proyectos de país, que no eran pequeñas. Comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos de izquierdas, burguesía republicana… Al final se dio una alianza por necesidad con un objetivo bélico de defensa, aunque las desconfianzas e incluso batallas internas fueron una constante que, seguro, contribuyeron a desviar energías del objetivo acordado. Esas mismas batallas y desconfianzas precedieron a la guerra en el agitado periodo de una II República que, a pesar de todo, logró ser un laboratorio de ensayos políticos con resultados muy positivos en cuanto al avance en derechos y libertades para una sociedad analfabeta en su mayoría y en un país muy atrasado respecto a otros vecinos europeos.
La difícil integración de sensibilidades e idearios políticos de la izquierda benefició ostensiblemente al enemigo externo, más unido y mas decidido a pisotear la democracia para instaurar un régimen fascista en el que los derechos de los discrepantes quedaron eliminados y la persecución implacable de quienes se oponían al régimen, garantizada.
Dicen que en la historia encontramos las lecciones de vida de las que extraer los elementos constructivos para conseguir objetivos nobles y justos; pero, además, con su análisis damos forma a nuestra responsabilidad actual. Conocer el pasado es un ingrediente imprescindible para construir el futuro de un pueblo. Cuando aquel se ha deformado tanto, cuesta reconducir el curso de los acontecimientos, pero al menos, trabajos como el de Bouzas, ponen el foco en esos espacios que la historia oficial ha querido dejar al margen”.
Baltasar Garzón, jurista y promotor de Actúa.