Gambera: “Tenemos que desenmascarar el relato oficial y mostrar que la LUC es tan mala que tratan de no aplicarla”
El secretario general del sindicato bancario (AEBU), fue designado nuevo responsable de las comunicaciones del PIT-CNT. Fernando Gambera, es integrante el Secretariado Ejecutivo y en los últimos años condujo la Secretaría de Relaciones Internacionales de la central sindical. Gambera ya comenzó a construir en el área de prensa y propaganda, un equipo de trabajo “plural”, “abierto”, “con diversidad de miradas”, apuntando a potenciar la comunicación sindical, a profesionalizar los mensajes y a fortalecer la imagen institucional del PIT-CNT, en un escenario en el que –según coinciden distintos actores del panorama nacional- arrecian embates contra los sindicatos, por parte de algunos sectores conservadores y ultraderechistas autodefinidos como “afines” al gobierno.
¿Qué implica estar al frente de la Secretaría de Prensa y Propaganda del PIT-CNT y por dónde pasan los ejes centrales del trabajo en el corto y mediano plazo?
En primer lugar implica ponerte a tono y al día. Es una tarea que hasta el momento personalmente no había desarrollado. Por tanto, un primer desafío fue profundizar el análisis de lo que se ha realizado hasta ahora. Conocer, preguntar, escuchar, tratar de entender lo que se hizo hasta ahora y lo que no se hizo. Por supuesto que hay un marco de respeto natural por el trabajo realizado y vamos a tratar de darle continuidad y sostener todo lo bueno que se ha construido. Y claramente, venimos con nuestros plantes, ideas, muchas ganas de aportar nuevas miradas, recursos técnicos, profesionales, incorporar otras lógicas de trabajo para potenciar y amplificar el mensaje del movimiento sindical. Yo también como canta Fito (Páez), nací en el 63, por lo tanto estamos comenzando a pensar en un tiempo no muy lejano de la jubilación y eso también nos compromete a preparar relevos.
Pero yendo a lo fundamental de la pregunta, uno de los objetivos centrales es mejorar y potenciar la imagen institucional del movimiento sindical, generando contenidos y productos. Creemos que es imprescindible transitar un camino que incorpore instrumentos que estén en línea con lo que hoy se consume en materia de comunicación y aprovechar las vías que le llegan de manera más directa a la gente. Vamos a ponerle mucho “pienso” y análisis a la imagen que queremos transmitir con una comunicación potente, con mucho rigor, confiable y fuertemente fundamentada. Es tanto lo que genera y construye el movimiento sindical que tenemos que ser capaces de transmitir más y mejor todo lo que hacemos a diario. Y tenemos que ser capaces de lograrlo con rigor y contundencia. Debemos impactar y no dejar espacios de duda. Queremos que nos discutan las ideas pero no que las refuten. Y ser más contundentes aún en la incidencia del PIT-CNT en la agenda nacional. Hay quienes están dedicados a intentar denostar al movimiento sindical día tras día, pretenden encerrarlo en un espacio reducido de reivindicación y de lucha, en eso que por otra parte es un ámbito natural de la vida sindical. Pero el PIT-CNT es más que eso. Piensa, propone, discute, investiga, se relaciona con la Universidad de la República, con las Naciones Unidas, con el deporte, la cultura, es decir, es un actor fundamental de la democracia. Y no nos vamos a quedar callados ante los intentos de desprestigio y encierro que algunos pretenden lograr. No nos vamos a dedicar a decir “nosotros no fuimos” que es lo que quieren los que nos acusan todos los días en las redes. No. Yo personalmente creo que debemos pasar a la ofensiva en la comunicación y decir de manera contundente lo que somos y lo que vamos a construir. Hay muchos temas en los que estamos a la vanguardia, a la hora de discutir el futuro del trabajo, los temas de género en la industria, el teletrabajo y hasta cuándo vamos a permitir que las app exploten a las y los jóvenes como en las peores épocas de la humanidad. Queremos discutir hasta cuándo vamos a permitir como sociedad el abuso de la condición de migrantes que se aplica en nuestro país. Son todos temas que vamos a colocar con más vehemencia en la agenda de debate y eventos. Son temas que preocupan hace tiempo al movimiento sindical y en esta línea vamos a tomar iniciativas desde la comunicación, para sumarlas a las lógicas reivindicaciones del salario y el trabajo de calidad, entre otras.
Asimismo, tenemos que apuntalar el trabajo de la campaña por el Sí de cara al 27 de marzo con todos los recursos de comunicación que tenemos a nuestro alcance y más, y por supuesto, reafirmar las luchas cotidianas vinculadas directamente con las y los compatriotas que la están pasando mal. No podemos descuidar la solidaridad y ese trabajo también nos implica como espacio de trabajo sindical. Queremos que la gente vuelva a comer a sus casas, que no tenga que seguir yendo a una olla, y que pueda ejercer su derecho básico a la alimentación.
¿Cómo será el trabajo? ¿Nuevas miradas? ¿Nuevos lenguajes y recursos?
Nos planteamos como un objetivo central generar un equipo de trabajo que incorpore más gente, nuevas ideas y pluralidad de miradas. No solamente porque es la forma de enriquecer las ideas y el pensamiento sino que además, tenemos que ir construyendo relevos. La lucha sigue y seguirá hacia adelante y hay que preparar a los que continuarán este camino con capacidad y perspectiva.
El movimiento sindical tiene un fenómeno muy potente de la “propaganda” que se construye en territorio, pintando muros, saliendo a difundir en barrios, fábricas, plazas y centros de trabajo, sus mensajes a través de carteles, volantes y otros recursos más tradicionales. ¿Eso tiende a desaparecer o es parte del AND sindical y no se puede descuidar?
Jamás va desaparecer. Y me gusta explicarlo desde este lugar: hoy en los celulares, mediante aplicaciones podemos replicar de manera casi exacta el sonido de un tambor. La tecnología te permite reproducir el sonido de una comparsa tocando candombe. Sin embargo, para nosotros, creo que para buena parte de las y los uruguayos, es mucho más conmovedor salir al barrio y juntarnos en la vereda a escuchar la comparsa y vivir ese fenómeno único, cara a cara, latiendo en el barrio con las y los vecinos, que en una app del celular. En muchos planos de la vida es así. Si las rodillas me lo permiten quiero seguir encontrándome con la barra del fútbol y jugar un picado. Y si gano mejor (risas), pero el tercer tiempo es el más importante de todos. Eso es la mística. Y la mística no se va a perder porque no se puede perder. No hay tecnología que lo suplante. El cariño, el cuidado, la atención de una persona a otra, es algo insustituible que nos identifica. Y mucho más cuando la realidad está complicada.
Salir al barrio a pintar un muro previo al 1 de mayo, al 8M, al 27 de junio o antes de un paro general, es algo insustituible. La mística militante nos define. Y después de salir a una barriada, con volantes, a charlar con la gente o pintar muros, se genera un espacio mágico de charlas y abrazos, comiendo algo compartido. Las calles siguen siendo nuestras. Los muros siguen siendo nuestros. Los volantes son insustituibles. Pero insisto que debemos ser capaces de potenciar y multiplicar. Porque son igualmente insustituibles los vínculos que tenemos con la UdelaR, con la cultura, el deporte y toda la sociedad. Y las formas de comunicación cambian de manera imparable. Y tenemos que ser capaces de entenderlo y adaptarnos.
¿Por qué crees que existe y persiste el discurso del odio contra los sindicatos?
Porque quienes desde los ámbitos del Estado deberían poner freno no lo hacen. Entonces hay una legitimación que les permite actuar y sobre ese punto deberíamos dar una discusión seria. Si fuera al revés, si los sindicatos dijéramos la milésima parte de las cosas que dicen algunos legisladores y voceros del oficialismo nos estarían masacrando. Dirían que somos desestabilizadores y un montón de cosas más. Pero como los disparates provienen de legisladores del gobierno parece que vale todo aunque se ataque incluso a un poder del Estado, como el Poder Judicial. Es insólito pero es la realidad. A FENAPES la amenazan con un juicio como si fueran vilipendiadores de la Patria, pero los ataques inadmisibles que se leen o escuchan de legisladores del gobierno como el hecho más reciente y notorio, cuentan con el silencio oficial. Además, se empeñan en atacar a las personas. No solamente a los sindicatos, sino atacan además a las personas. Parece que algunos consideran que eso está permitido y legitimado. Yo no creo que haya que legitimar esa forma de actuación para nadie. El discurso de odio está mal del lado que venga. Desde el movimiento sindical hemos hecho un esfuerzo enorme por no responder. Obviamente siempre hemos sido respetuosos de quienes piensan diferente. Pongo un caso notorio: el actual secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, hace muchos años que va a todos los actos del 1° de mayo. Siempre fue y se sentó muy cerquita del estrado, escuchó los discursos y al término, habló con todos los medios siempre dando sus puntos de vista con muchas discrepancias con los mensajes del PIT-CNT. Y esa convivencia respetuosa es histórica. Nos importa debatir ideas no descalificar a las personas. Yo espero que de la otra parte hagan el esfuerzo que hemos hecho nosotros porque hasta ahora no he visto a ninguno de los principales generadores de opinión decir que tienen que frenar el odio y que paren un poco. Por el contrario, a veces los que disparan veneno son hasta legisladores de altísimo rango del gobierno.
¿Cuáles son los énfasis sobre los 135 artículos de la LUC que colocará el PIT-CNT de cara al referéndum del 27de marzo?
El gobierno mantuvo silencio sepulcral sobre los contenidos de la LUC. Y cuando se lograron las 800 mil firmas, lo que hizo fue no aplicarla, en términos generales, porque les jugaría en contra. Entonces, ¿para qué la hicieron? Lo primero que tenemos que hacer es desenmascarar el relato oficial sobre la LUC porque es tan mala que decidieron no aplicarla. Por otra parte, hay un concepto que ronda toda la LUC y es el discurso de la libertad. Dicen que te dan la libertad de cobrar en efectivo y alquilar sin garantía. Lo segundo ya existe. Ahora el más fuerte tiene la libertad de echarte más rápido, de manera exprés. Y el más fuerte tiene la libertad de elegir cómo te paga. Y así con toda la LUC. La libertad es para los más poderosos no para los más débiles. Otra de las grandes mentiras del gobierno y que tenemos que desenmascarar es que ahora tenemos la libertad de tener un arma en casa para que podamos defendernos a nuestra manera. Salir a los tiros no es libertad, es una locura y un riesgo para todos. Que nos armemos todos y salgamos a ajustar cuentas por nuestra mano propia es un disparate. Eso no es libertad. Entonces hay que dar esa discusión. Y si las leyes no protegen a los más débiles no me hablen de libertad. Porque en realidad lo que implementa la LUC es la fortaleza de los poderos y el desamparo de los más débiles. Por ahí tenemos que dar la discusión, además de volver a explicar como lo hemos venido haciendo desde que comenzamos a juntar firmas, cada uno de los 135 artículos.
¿Cómo se explica la popularidad del presidente de la República? ¿Solo es consecuencia de la pandemia y la afirmación casi natural en relación a los liderazgos frente a un enemigo desconocido?
No. Es cierto que la pandemia reforzó liderazgos en todo el mundo pero la popularidad del presidente creo se explica por su gran capacidad de comunicación con la gente. Y no solo suya, sino de todo su equipo de gobierno, que están muy alineados y seguramente entrenados para gestionar la comunicación de las acciones del gobierno. Evidentemente hay un equipo que piensa y comunica de manera muy efectiva. También por ello creo que nosotros tenemos que ser capaces de construir un equipo y una forma de comunicar más acorde a estos tiempos y refutar el relato oficial. Ser mejores que ellos.
Si entiendo bien, a vos no te 'enoja' la popularidad del presidente de la República sino que te representa un desafío. ¿Es así?
Exacto. Es que me incomodaría mucho si fuese un presidente ilegítimo y popular. Nuestro presidente fue electo legítimamente y que hoy tenga popularidad no solo no me molesta, sino que obliga a generar mejores argumentos y mejorar la capacidad de comunicación y capilaridad de la llegada de nuestros argumentos. Tenemos dos visiones absolutamente diferentes de qué país queremos, qué sociedad y qué integración queremos y a qué sectores de la población hay que priorizar y atender. Para nosotros siempre la prioridad está y estará en los sectores en situación más vulnerable. Tenemos visiones muy distintas por ejemplo en qué tipo de inserción internacional del país queremos. Personalmente, yo no haría lo que el presidente está haciendo con el Mercosur, ni comparto esa forma de negociar mano a mano los vínculos del país con las grandes potencias. Son debates abiertos. Pero él ha tenido un gran equipo y una gran capacidad de transmitir su relato y seguramente que lo ha hecho mejor que nosotros. Vale decir que los recursos de los que dispone son abismales a su favor en relación a lo que podemos hacer nosotros. Lo que nosotros tenemos son los vínculos con la gente, porque la gran mayoría de la población es trabajadora. Y a nivel internacional, eso también es así.
Como responsable de la comunicación del PIT-CNT, ¿qué les dirías a las y los trabajadores de cara al 27 de marzo?
Que nos seguiremos desplegando por todo el territorio, con comunicación, talleres, contenidos, productos, con mensajes, con argumentos, con convicciones. Vamos a seguir recorriendo barrios, hablando con la gente, golpeando puertas, charlando en las playas, tablados, ferias o donde estén. De aquí al 27 de marzo tenemos que pensar en rosado, comer rosado, respirar rosado, vivir en rosado y sentirnos parte de esta marea rosada que estamos construyendo. Y las sombrillas tienen que tener un pañuelo o lo que sea rosado. Sin tregua, la vida tiene que ser rosada de acá hasta el 27 de marzo. La marea se despliega con militancia que crece con nosotros. Si damos todo de nosotros, si damos lo mejor de nosotros, después y más allá del resultado –sea cual sea- nos podremos mirar a los ojos y sentir la satisfacción y tranquilidad del deber cumplido.