Imprimir esta página

Fernando Pereira: "construir justicia social"

Domingo, 31 Mayo 2015 18:12
Valora este artículo
(0 votos)

Si bien el movimiento sindical llevó adelante un paro general parcial previo a la elección de octubre a fin de destacar los logros obtenidos durante los nueve años de gobierno frenteamplista, el coordinador del PIT–CNT Fernando Pereira le dijo a 7n, en la entrevista publicada el 17 de diciembre de 2014, que “el Uruguay debe ir por el camino de construir justicia social. No es que ganó Tabaré Vázquez y suspiramos aliviados. No, vamos a tensar nuestros músculos para dar una pelea por un mayor presupuesto educativo y que se instale un plan de vivienda que contemple las necesidades del trabajador”.

Recordó el sindicalista que antes de que Vázquez fuera candidato a la presidencia visitó el PIT-CNT y allí se le planteó llegar a un salario mínimo que contemple las necesidades básicas de los trabajadores, la reducción laboral, si se le pueden hacer modificaciones a la negociación colectiva para favorecer los salarios más deprimidos, la ley de salud, entre otros temas que se volverán a analizar en el próximo encuentro con el futuro primer mandatario y su equipo de trabajo.

La dirección de la central sindical ya designo un equipo que se encuentra estudiando la propuesta de llevar adelante un Sistema Nacional de Cuidados, proyecto que impulsa el próximo presidente uruguayo. Pereira es contundente a la hora de señalar que “si a alguien le interesa este tema es al mundo del trabajo. Existe un importante número de personas que no pueden trabajar porque tienen que cuidar a sus hijos, a personas discapacitadas o muy mayores. Este es un problema que nos preocupa mucho y por eso ya estamos elaborando una propuesta concreta que se pondrá a consideración  y se impulsará en el nuevo gobierno”.

-El PIT-CNT convocó antes de las elecciones nacionales a un paro general parcial que fue cuestionado porque se dijo que era en apoyo del Frente Amplio (FA)...

-Esa paralización parcial fue muy discutida por quienes no entendieron el motivo del mismo o quisieron sacar rédito político de la misma. La medida tuvo como objetivo la defensa de las conquistas que ha logrado el movimiento sindical en los últimos nueve años. Durante el acto se mencionaron algunas de las demandas, en algún caso históricas, que fueron atendidas a lo largo de estos últimos años.

Dentro de estos logros están la negociación colectiva para públicos y privados bajo un sistema moderno, ocho horas para el trabajador rural, el crecimiento salarial por encima del 47% en un período de nueve años, leyes laborales vinculadas a la libertad sindical, entre otras. A esto se le debe sumar un conjunto de beneficios para la población en diferentes áreas. A modo de ejemplo podemos mencionar la operación de cataratas de 50.000 compatriotas que ahora pueden ver y los cambios en torno a la Seguridad Social que ahora contempla a mucha más gente.

Este conjunto de cambios para nosotros fueron revolucionarios y se realizaron en nueve años. Por eso, no podíamos quedarnos en silencio y no destacar cosas que pasaron y que repercutieron de forma positiva en la gente. El resultado electoral es una muestra clara de que los sectores donde viven los trabajadores marcaron su opción en base a las conquistas que se obtuvieron en estos últimos años. Producto de la plataforma reivindicativa y de lucha del movimiento sindical y, además, porque existe una sensibilidad diferente en los gobiernos de izquierda.

En el mismo acto subrayamos que no le íbamos a decir a nadie a quien tenían que votar, porque somos conscientes de que dentro de nuestro movimiento sindical hay muy buenos compañeros que pertenecen al Partido Nacional (PN), al Partido Colorado (PC), al Partido Independiente (PI), de la Unidad Popular (UP), independientes, entre otros. Los respetamos a todos. Pero, hacemos un balance positivo de lo que han sido estos nueve años.

-Sin embargo, ¿hay puntos de la plataforma que han quedado pendientes?

-En el mismo acto señalamos lo positivo y destacamos, por ejemplo, que no se puede seguir tolerando que el 20% de la sociedad uruguaya se quede con el 50% de la riqueza y el 20% más pobre se tenga que conformar con el 5% de la riqueza. El presupuesto educativo, aunque había trepado significativamente durante los nueve años, aún es insuficiente. En función de que un maestro o un profesor en los primeros cuatro años de su tarea no llega a los 20.000 pesos nominales. Lo que lleva a que no se pueda vivir solo de un trabajo y ello fomenta el multiempleo o a la búsqueda de otras ocupaciones que den mayores rentabilidades. El presupuesto educativo está dentro de las prioridades del movimiento sindical.

El otro aspecto que nos preocupa es el mejorar los salarios mínimos. Sobre todo el salario mínimo nacional y los salarios mínimos por categorías. Porque el salario no solo habla de la productividad de la empresa, sino que también es un factor redistributivo dentro de una sociedad. No se puede ver la política salarial solo como el resultado de una ecuación empresarial. Debe verse también como una política claramente distributiva. Cada vez que a los trabajadores les fue bien a los jubilados les fue bien, por ejemplo, ya que ajustan por el Índice Medio de Salario (IMS). Hemos tenido nueve años de crecimiento sostenido del salario y claramente los sectores más desfavorecidos lograron tener incrementos salariales más importantes.

-De todos modos existe un piso en el cual miles de trabajadores ganan por debajo de los $ 14.000.

-Hoy casi 800.000 personas ganan por debajo de los $ 14.000. Por eso cuando se dice que en Uruguay se pagan salarios altos podemos decir que es un delirante. He escuchado a representantes de las cámaras empresariales decir que en el Uruguay los salarios son altos y algo menos de la mitad de la fuerza laboral que existe en el país lo que recibe no llega a los $ 14.000. A esto hay que sumarle que si se analiza el pago del IRPF nos encontramos que son pocos los trabajadores que pagan en la franja uno.

Lo que tenemos que analizar es que todavía existen salarios insuficientes y por ellos hay que pelear. Y, no estamos hablando de una posición corporativa. El salario tiene que ser una posibilidad para que las personas puedan vivir dignamente y no tengan que recurrir al multiempleo. El trabajador debe tener el suficiente tiempo para la recreación, la atención de la familia y el descanso necesario.

Conozco compañeros que tienen 60 horas acumuladas en los liceos o periodistas que trabajan en el entorno de las 16 horas para redondear un salario razonable. Esto no es vida. La pelea de los mártires de Chicago, entre otros, era para que efectivamente se pudiera vivir de las ocho horas de trabajo, ocho horas de recreación y ocho horas de descanso.

-Incluso ahora el movimiento sindical está hablando de una rebaja laboral sin la pérdida de salario.

-El planteo existe, pero no se trata de llegar a las seis horas para todo el mundo a través de una ley. Lo que sucede es que algunos quieren ridiculizar nuestra propuesta. Lo que se plantea es una rebaja de acuerdo a cada rama de actividad. A modo de ejemplo podemos decir que en algunos casos serán jornadas mensuales menores y en otros serán semanales. Pero en ningún caso será una forma única ya que dependerá de la evolución científica y tecnológica que exista en cada lugar. Si hay desarrollo científico y tecnológico ¿por qué eso no puede impactar favorablemente en la calidad de vida de la gente? Impactar positivamente es que el padre pueda hacer los deberes escolares con el hijo, que lo pueda abrazar, que pueda salir con la familia a recrearse.

Todo esto no sólo beneficia al trabajador, sino que le sirve al país y a los empresarios. Una persona bien descansada, con tiempo para dedicarle a la cultura y a su familia  va a rendir mucho más a la hora de trabajar.

Hay que recordar que el Uruguay batllista votó la ley de ocho horas en 1915. Hace pocos días atrás hicimos una actividad en el local de la central junto a Gerardo Caetano, Wladimir Turianski, entre otros, y comentaban que a los sindicalistas en esa época nos decían los anarco–batllistas. O sea que éramos oficialistas del viejo Batlle porque habíamos conquistado la jornada de ocho horas. Los comentarios de los diarios de la época era que se iba a quebrar el Uruguay. Nada de eso pasó cuando se aprobaron las ocho horas. Ahora cuando planteamos la reducción horaria teniendo en cuenta la rama de actividad se hacen planteos similares a los que se hacían hace cerca de un siglo atrás. Lo cierto es que en la medida que se logren acuerdos en los Consejos Tripartitos sobre la fórmula a llevar adelante y que no perjudique la productividad de las empresas no habrá problemas.

-La formación de los trabajadores también es un objetivo importante del PIT-CNT.

-Sí. A esto hay que sumarle la importancia que tiene aprender a lo largo de toda la vida, estamos en una sociedad de aprendizaje permanente. Aquello de que uno ingresaba a una empresa y se jubilaban sin cambiar de lugar es cosa del pasado. Los muchachos por propia iniciativa tendrán a lo largo de su vida más de 10 trabajos y en muchos casos totalmente distintos. Hoy los cambios son sumamente dinámicos y en el corto plazo puede cambiar la forma de hacer un trabajo más de una vez. Por lo que si no te recapacitas con los cursos de formación quedas afuera del mundo.

-Los dirigentes sindicales también deben pasar por la capacitación

-Más que nadie. Hoy un dirigente sindical no puede serlo si no estudia varias horas por día. Esto significa que se debe informar y capacitar en el área de la economía, del derecho, sobre la legislación comparada, de la sociología, etcétera. Intercambiar opiniones y posiciones con los compañeros técnicos del Instituto Cuesta–Duarte. Si se pierde la capacitación no se tendrá una mirada global y lo único que se está atendiendo es el convenio colectivo cada tres años. Cuando en realidad tu fuerza está en la forma que planteas los cambios para llegar a una sociedad más justa y solidaria.

La formación te permite discernir mejor a la hora de plantear mayores niveles de equidad, como combatís la pobreza y como construís el valor de la solidaridad al máximo. Todo esto es un proceso y el movimiento sindical en el mismo tiene un papel muy importante que cumplir.

Somos conscientes que cuando discutimos el presupuesto nacional discutimos políticas públicas para cinco años. Entre ellas, educación, vivienda, salud, infraestructura. Somos conscientes que en ese desafío el movimiento sindical se juega la vida.

Por ejemplo, todos los países que han logrado mayores niveles de justicia social son aquellos que invierten mucho en educación para formar a los ciudadanos a lo largo de toda la vida. Es lo que hace que disminuya la brecha entre ricos y pobres. Nosotros todavía tenemos una brecha desesperante. A pesar de que el coeficiente de Gini mejoró en el Uruguay. De todos modos aún es desesperante esa brecha y hay que trabajar para mitigarla.

-¿La productividad es fundamental para la central sindical?

-Lo que se pretende es lograr un salario digno para el trabajador. Muchas veces algunos empresarios y algunos trabajadores confunden productividad con intensidad del trabajo. Son cosas muy distintas. La intensidad produce lesiones en brazos, piernas, etcétera. La discusión de la productividad pasa por la organización del trabajo, los valores que se pueden mejorar, las acciones que se pueden tomar para que el proceso productivo sea de mejor calidad y al mismo tiempo el cuidado de la salud, ningún trabajador enfermo rinde. No hay nada más caro para el Uruguay que la accidentabilidad laboral.

-¿Otro tema de preocupación es la actualización o modernización de la negociación colectiva?

-Junto a nuestros técnicos estamos trabajando sobre la negociación colectiva. Recientemente dimos a conocer un libro que se refiere a los 10 años de negociación colectiva en el Uruguay. En el mismo ya se mencionaban algunos temas que hoy se están analizando en profundidad y que apuntan a cambios sustanciales.

También deben llevarse adelante cambios importantes en torno a la educación. Para ello debe existir un impulso económico necesario para generar salarios que le permitan a las personas tener un solo empleo y poder dedicarse al mismo de mejor manera. Se debe tener en cuenta que en las aulas es donde se educan y forman los futuros uruguayos.

Tensando fuerzas por educación y vivienda

Pereira destacó que el Uruguay debe ir por el camino de construir justicia social. “No es que ganó Tabaré Vázquez y suspiramos aliviados. No, vamos a tensar nuestros músculos para dar una pelea por un mayor presupuesto educativo y que se instale un plan de vivienda que contemple las necesidades del trabajador. Que se construyan normas que eviten casas vacías y gentes sin casa. Hoy hay unas 80.000 viviendas deshabitadas y miles de personas que necesitan un techo digno”.

-¿Qué otros reclamos impulsa el PIT–CNT?

-En la plataforma está el reclamo de que se distribuya mejor la carga impositiva, aunque la globalidad de los impuestos sea la misma. Está claro que el mínimo no imponible tiene que subir, que las deducciones deben mejorarse e incluso no se tendría que aportar por el aguinaldo y el salario vacacional porque son ingresos pensados para otras cosas del trabajador. Entre otras, la de tener un descanso razonable cuando le corresponde la licencia. Y, esas cosas tienen que ir acompañadas de gravar al que tiene más. Un indicio ya lo dio a conocer Vázquez con el impuesto de Primaria, que apunta a atender a los niños de las escuelas rurales. Hay casos de escuelas rurales que atienden a muy pocos niños y hay que mantenerlas abiertas porque ellos tienen derecho a la educación.

No estamos hablando de echar a los inversores. Se debe tener en cuenta que las inversiones en el Uruguay acompañaron el proceso de crecimiento económico. Lo que pedimos es revisar las condiciones actuales y determinar si aún se deben otorgar los incentivos que se comenzaron a dar en 2005.

Alegría por Murro

Ante la consulta de si le había causado sorpresa que Ernesto Murro, presidente del BPS y exintegrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, fuera designado ministro de Trabajo y Seguridad Social del próximo gobierno el coordinador de la central sindical indicó que le dio mucha alegría. “A todos nos puede causar cosas distintas este tipo de anuncios. Por múltiples motivos. No porque sea amigo del movimiento sindical, es un hombre que sabe del mundo del trabajo y es un hombre del movimiento sindical. Es un experto en el mundo del trabajo y viene de él”.

Pereira recuerda que Murro fue durante muchos años dirigente del gremio de la madera (Sindicato Obrero de la Industria de la Madera y Anexos – Soima) y José Pepe D´Elía lo propuso en 1992 como representante en el BPS y fue cuando dejó la dirección del PIT-CNT. Desde ese momento hasta ahora se ha desempañado con mucha solvencia y por eso nadie puede discutir el conocimiento que tiene sobre lo que es la seguridad social y el mundo del trabajo. “Es una persona muy idónea y además es un amigo. Por eso da mucha alegría que un trabajador llegue a ocupar un cargo tan relevante en el próximo gobierno”.

El coordinador de la central obrera agregó que “si en el futuro tenemos diferencias con Murro, cómo no me voy a alegrar del cargo que ocupará una persona con la que me formé sindicalmente, entre otros compañeros. Se podrán tener diferencias y divergencias entre el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) el PIT-CNT, pero con Murro habrá siempre cariño, afecto y negociación”.

Murro, una vez designado ministro del próximo gobierno, se reunión en la sede de la central con Pereira y Marcelo Abdala (también coordinador del movimiento sindical). Durante el encuentro se intercambiaron opiniones y posiciones sobre los temas que están sobre la mesa y que involucran al gobierno y al PIT-CNT. Pereira fue categórico en sostener que fue una conversación sumamente afectiva y cordial. “No podemos olvidarnos de que somos amigos y que, incluso, nos invita siempre a su cumpleaños. Estas son cosas que no tienen nada que ver con la política, porque no todo es política ni todo pasa por no discrepar cuando existen diferencias. La gente debe saber que los afectos, en definitiva, no tienen nada que ver con el lugar del mostrador donde te encuentres. Soy amigo de (Héctor) Florit. Lo soy porque me formé sindicalmente con él y es un referente, como lo fue el Pepe D´Elía, entre otros. Esto no me inhibe de discrepar fuertemente con Florit sobre las cosas que no estamos de acuerdo o no compartimos de Primaria. Más allá de que durante los 20 años que militamos juntos cosechamos muchas coincidencias y tenemos más acuerdos que discrepancias. Tenemos que ser duros sin perder la ternura. Soy un ser humano y tengo afectos por personas que piensan parecido a mí y personas que piensan muy diferente. Esto forma parte del ser humano”.

Agregó Pereira que hay dentro del movimiento sindical distintos puntos de vista y que no comparte la posición de que se expulse del gremio a aquellos compañeros que pasan a filas del gobierno, en clara alusión a lo que le sucedió a Florit. “Ese procedimiento es antidemocrático y claramente va en contra de la cultura sindical uruguaya. Por suerte es minoritario el sector que piensa así, pero existe. Llegará el momento en que se dé un debate ideológico con ellos”.

Situación del PIT-CNT

Para el coordinador de la central sindical “el PIT-CNT está más grande que nunca. Si bien tendremos que ver si se es gordura o musculatura. Por lo que vemos día a día podemos adelantar que hemos desarrollado una buena musculatura y hoy tenemos sindicatos con una afiliación mayor a los 20.000 trabajadores. Algo que supera todo lo que en algún momento se pensó. Incluso el estatuto determina la cantidad de delegados por el número de afiliados y la cifra de 20.000 no aparece a la hora de fijar el porcentaje. Estos datos de la realidad nos enorgullece”.

Destaca Pereira que hoy casi el 35% de la población económicamente activa está afiliada a su sindicato. “Se debe tener en cuenta que la afiliación no es obligatoria, es libre y voluntaria. Por lo que esta cantidad de adherentes es un número excelente”.

Agregó que los sindicatos para ser fuertes necesitan empresas fuertes, economías fuertes y espacios democráticos fuertes. “Estas condiciones deben ser aprovechadas por los sindicatos. Hemos visto salir el sol y gente que no sale a tomarlo. He visto pasar procesos democráticos potentes y no he visto fortalecerse los movimientos sociales o sindicales. En América Latina nuestro país no es el único que sea de izquierda y sin embargo el movimiento sindical uruguayo es el único que ha crecido en los últimos nueve años de forma notable.

Modificado por última vez en Lunes, 15 Junio 2015 17:26
Inicia sesión para enviar comentarios